El arquero y el dragón (en la mesa de al lado)

En el café sonaba una vieja canción de los Beatles y el joven guerrero no dejaba de mirar su arco. Arjuna sentado en una mesa, suspirando como quien mira la cuenta del banco después de un mes difícil. Moreno, fuerte, invencible… abatido, la taza del café ya fría entre sus manos. De fondo Paul McCartney cantaba “let it be… let it be” y Arjuna hundía la cabeza sin darse cuenta de que el universo ya le estaba mostrando la respuesta.

El dragón poeta entró despacio, caminando hacia el príncipe Pandava, como quien sabe exactamente a donde va.

—¿Tú también vienes a angustiarte por una batalla imposible? —preguntó Arjuna, con gesto cansado.

Lao Tse sonrió.
—Yo nunca me angustio, oh guerrero ambidiestro. Si el agua puede atravesar la roca, ¿para qué preocuparse por la roca?

Arjuna se acomodó.
—Mira, maestro, me espera el campo de batalla, ahí tengo que luchar contra mis primos, mis maestros, mis amigos. Es mi dharma, pero el corazón no me deja.

Lao Tse tomó una taza de té, la olió, la dejó sobre la mesa y dijo:
—Cuando la taza está llena, no sirve. Cuando está vacía, ¡ah!, entonces puede recibir té. Tal vez tu problema es que estás demasiado lleno de “yo”.

Arjuna abrió mucho los ojos.
—Entonces… ¿tengo que vaciarme?

—Lao Tse guiñó un ojo por respuesta—. Y no te preocupes por los frutos. Los frutos son disfrute de los monos, no preocupación de los sabios.

En ese momento apareció Krishna, elegantísimo, con la sonrisa de quien ya se sabe el final del cuento.
—Arjuna, ya te lo había dicho: actúa, pero no te apegues a los resultados. Y tú, querido dragón, siempre con tus metáforas del agua.

Los tres rieron. Arjuna se sintió un poco más ligero.

Lao Tse levantó la taza de té:
—Por la acción sin hacer.

Krishna levantó su copa celestial:
—Por la entrega sin fruto.

Y Arjuna, finalmente sonriendo, levantó su arco:
—Por el presente luminoso, aun en medio de batallas.

El mesero, que había escuchado todo, murmuró mientras servía otra ronda:
—Este café atrae a unos clientes rarísimos… y buenas propinas cósmicas.

De fondo, ahora  Jagger cantaba “Cause I try… and I try… and I try… I can’t get no…”

Referencias para despistados

  • Arjuna: un arquero épico experto en crisis existenciales. Héroe del Mahabharata, la gran epopeya de la India, abatido por tener que luchar contra sus parientes y amigos.
  • Krishna: su amigo, coach espiritual y chofer de su carro de guerra, tiene doctorado en desapego y al final resulta ser nada menos que Dios en persona.
  • Lao Tse: sabio chino que inventó el “fluye como el agua” siglos antes de que lo pusieran en tazas de café. Autor del Tao Te Ching, uno de los textos fundacionales del pensamiento taoísta.
  • El mesero: ni idea quien era… pero seguro otra celebridad del mundo antiguo.